El presente trabajo
se propone conocer la competencia del profesor universitario en la formación de
profesionales competentes, los profesores universitarios (prácticos reflexivos)
del campo de la formación de profesionales, han desarrollado técnicas para
mantenerse al día y afrontar las dificultades que se originan con la ingente
masa de conocimiento cambiante que resulta relevante para el ejercicio
profesional. Por eso cuando se piensa hoy en la formación de un profesional
competente, se proyecta como una persona que no sólo posee conocimientos, sino
que además está en condiciones de aplicarlos.
La formación profesional de cara al futuro debe priorizar la capacidad de dar respuestas y soluciones, para eso debe proyectarse hacia la acción, de modo que la metodología de la transmisión de conocimientos no esté dirigida solo al saber en sí mismo, sino a la capacidad de desarrollar la pericia requerida para ser un profesional eficaz y eficiente dentro de las incumbencias que atañen a su campo de acción. Uno de los principales retos en ese sentido es pasar de modelos rígidos de enseñanza a modelos más flexibles, el profesional eficaz no es el que tenga más conocimientos, sino el que sabe transmitir los poco que tiene a los demás.
La formación profesional de cara al futuro debe priorizar la capacidad de dar respuestas y soluciones, para eso debe proyectarse hacia la acción, de modo que la metodología de la transmisión de conocimientos no esté dirigida solo al saber en sí mismo, sino a la capacidad de desarrollar la pericia requerida para ser un profesional eficaz y eficiente dentro de las incumbencias que atañen a su campo de acción. Uno de los principales retos en ese sentido es pasar de modelos rígidos de enseñanza a modelos más flexibles, el profesional eficaz no es el que tenga más conocimientos, sino el que sabe transmitir los poco que tiene a los demás.
DESARROLLO
En todo proceso de
innovación, cambio, reforma, educativa, el profesorado es uno de los elementos
nucleares a considerar, no pudiendo desarrollar una concepción de la educación
superior centrada en el logro de las competencias, en el aprendizaje del
alumno, en la innovación como medio para alcanzar la calidad y la excelencia, sin
incidir de manera clara en el profesorado y en sus competencias. Así, todas
estas modificaciones del panorama universitario generan, a su vez, la necesidad
de delimitar las competencias que precisa el profesor universitario para
desarrollar adecuadamente las funciones, roles, etc. derivados de este nuevo
escenario de actuación profesional; planteándose como tarea ineludible revisar la
formación necesaria (inicial y continua) que debe acreditar el profesor
universitario en este nuevo contexto que se está configurando, todo ello a
partir del perfil competencial de este profesional.
Son muchos los
estudios sobre la competencia docente a nivel universitario que debe manejar el
maestro y estos estudios lo que arrojan es la forma más idónea del manejo del
docente ante sus discente en el ambiente universitario, la autora del articulo
LA COMPETENCIA DEL PROFESOR UNIVERSITARIO, de la Lic. Lourdes Caudillo Zambrano,
realiza una reseña muy importante y nos muestra dos planteamientos que
deben ser analizados antes de emitir juicios de valor con relación al manejo
del maestro en las aulas universitarias, en un primer planteamiento se establece
que la valoración del estudiante con los famosos cuestionarios de percepción
del alumno en ese sentido la aurora
plantea que se ha demostrado que este tipo de cuestionario son confiables para
obtener información sobre las
características de la competencia docente,
dicha premisa se sostiene en base que el alumno es el más directo
observador de las habilidades del profesor. Otro aspecto planteado es el que
establece que el docente es multidimensional hay factores que se pueden
medir y factores que no se pueden medir
mediante un cuestionario limitado cita la autora.
El proceso de enseñanza aprendizaje va más allá de situaciones
calculables es un proceso de relación de empatía en la cual el discente se ve
más involucrado en la materia cuando para él es más agradable la práctica y el
desenvolvimiento de su docente.
Existen un sin número de factores que pueden mejorar o empeorar el
desarrollo del docente si el mismo no las maneja, entre ellas podemos citar:
·
Dominio de la asignatura.
·
Didáctica-técnica.
·
Comunicación con el alumno
·
Personal Motivacional.
Según Villa y morales, el trabajo del profesor engloba distintas
dimensiones, vividas desde situaciones y momentos diversos del trabajo docente,
tales como: cualidades personales, competencias docentes, actuación del docente
en el aula, experiencia del aprendizaje de los alumnos y resultado de
aprendizaje o eficacia.
Para Scriven parte de otra premisa y sostiene que los conocimientos y
las competencias del buen profesor deben ser: conocimiento de la materia,
competencias instrucciones y competencias de evaluación.
Pero para Weeda establece que existen otras variables que intervienen en
el proceso de enseñanza eficaz: claridad, flexibilidad, entusiasmo, crítica
positiva, actividad indirecta, concientización al alumnado, comentarios
estimulantes.
Finalmente Acevedo propone un modelo de competencia docente compuesto
por los factores de: entusiasmo del profesor, interacción con el alumno,
evaluación, organización y recursos, presentación del contenido y dominio, valoración
global del curso.
Son muchos los autores que tienen
innumerables criterios para la determinación de un docente eficaz, por lo que
si las englobamos todas son características deseables para una enseñanza de
calidad.
El objetivo claro de todo docente es el aprendizaje de sus alumnos fuera parte de toda la gama de cualidades deseadas
como perfil de un maestro eficaz, ya que aunque pueda tener una gama
interminable de cualidades si no posee el deseo de que lleguen los
conocimientos a sus alumnos estaríamos teniendo excelente perfil pero bajo
rendimiento.
En términos generales, es imprescindible resaltar el lugar de la
práctica reflexiva en el desarrollo de las competencias, dado que brinda la
posibilidad permanente de enmarcar la actuación docente más allá de las condiciones
establecidas por el entorno institucional.
Tal como afirma Perrenoud (2004), la autonomía y la responsabilidad de profesional
no se entiende sin una gran capacidad de reflexión en la acción y sobre la acción.
Esta capacidad está en el interior del desarrollo permanente, según la propia experiencia,
las competencias y los conocimientos profesionales de
cada uno.
Podríamos concluir estableciendo:
Que no se trata de que los profesores realicen mecánicamente cada una de
estas tareas sino que tengan y posean la habilidad y el deseo de transmitir sus
conocimientos de la manera más idónea posible además, el maestro debe ser
consiente de los cambios que se están
produciendo en el ámbito educativo, en la educación basada en competencias
quien aprende lo hace al identificarse con lo que produce, al reconocer el
proceso que realiza para construir y las metodologías que utiliza. El resultado
obtenido es el espejo de la buena o mala aplicación de la gestión docente en el
aspecto de enseñanza aprendizaje en un proceso o conocimientos del docente, ni
en su perfil sino en la intensión
educativa. Los resultados no están solo en los conocimientos sino en su
aplicación y en la intención que tenga para enseñar.
Bibliografía.
Articulo la competencia del profesor universitario, Lourdes Caudillo
Zambrano.
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